¿Qué son los EPI sanitarios?

El uso de Equipos de Protección Individual (EPI) es crucial y necesario para proteger a los profesionales sanitarios y a los pacientes de riesgos biológicos, químicos o físicos dentro del ámbito sanitario.  Estos son esenciales para prevenir la propagación de enfermedades y garantizar la seguridad en hospitales, clínicas, laboratorios y otras instalaciones médicas. 

Uno de los 3 pilares para una buena gestión dentro de cualquier institución médica son: la higiene, la limpieza y la protección laboral por medio de los EPIs sanitarios, los cuales deben ser seleccionados contemplando ciertos factores importantes como: los riesgos del entorno, la forma de contaminación y el tiempo de exposición a este.

Protección Laboral dentro del sector sanitario

Los profesionales sanitarios se exponen a diario a riesgos para la salud. Por ello, para garantizar un entorno de trabajo que sea saludable y esté protegido, es esencial llevar a cabo una correcta gestión de la seguridad para reducir los riesgos de contagio en contraer enfermedades o infecciones ocupacionales.

Además, cumplir con las normativas de seguridad específicas del sector sanitario, ayuda a crear un ambiente de trabajo más confiable y positivo, mejorando la motivación del personal y su satisfacción. 

El conjunto de todos estos factores trae como resultado una mejor atención al paciente y una mejor reputación para la el centro sanitario, hospital, residencia de ancianos, clínica, fisioterapia...Atrayendo más pacientes y reteniendo a profesionales sanitarios de calidad.

Tipos de riesgos sanitarios y medidas para el sector sanitario

No tener en cuenta ni llevar acabo una buena gestión dentro de una institución médica aumenta las posibilidades de los siguientes riesgos:

• Aumento de accidentes laborales y lesiones del personal sanitario por falta de medidas de seguridad adecuadas.
• Una mayor exposición a riesgos biológicos e infecciones de enfermedades contagiosas en pacientes y trabajadores de la salud.
• Sanciones legales y multas por incumplimiento de la normativa de seguridad específica del sector sanitario, incluido el uso incorrecto de EPIs sanitarios.
• Desmotivación y empeoramiento de la satisfacción laboral que podría afectar a la atención en pacientes y aumentar el estrés del personal.
• Aumento de los costos operativos debido a las bajas por enfermedad, ausentismo prologando y demandas por negligencia laboral.
• Pérdida de confianza y empeoramiento de la reputación de la institución médica por no proteger a los trabajadores y pacientes de riesgos biológicos y laborales.

Una forma de combatir alguno de estos riesgos es realizar evaluaciones de riesgos periódicas e invertir en EPIs sanitarios de calidad, asegurando la disponibilidad en cualquier situación de riesgo. Así mismo, la institución debería establecer unas políticas claras de salud y seguridad para comunicarlas al personal de trabajo y monitorearlo de manera periódica para revisar que se esta cumpliendo y llevando a cabo de manera correcta.

Gestión de riesgos sanitarios y seguridad

Una gestión sanitaria efectiva implica establecer y ejecutar de manera efectiva el componente de la seguridad en todas las acciones. Es decir, no solo vale impartir la formación a todo el personal de trabajo o contar con suficientes equipos sanitarios adecuados, sino que es crucial generar dentro del espacio de trabajo una cultura de organización que priorice la seguridad.

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